Hoy traemos un enlace sacado de la Red Española de Desarrollo Rural que nos ha parecido muy interesante y que podéis ver completo aquí. Sin embargo, os lo resumimos y lo adaptamos a Los Pedroches para quienes consideren que puede serles de utilidad. Llegar de la ciudad a un núcleo urbano más pequeño o, directamente al campo, no es fácil. Como dice el artículo, hay que querer vivir aquí y afrontar un importante cambio de vida.
Son muchas las personas que, con la crisis, han adaptado medidas personales de este tipo y luego se han arrepentido. El mundo rural no es el Edén idealizado que se vive el fin de semana de descanso o de excursión. El mundo rural es duro y hay que trabajar mucho par salir adelante.
Es necesario planificar bien qué queremos hacer, tener un proyecto. Al igual que ocurre en la ciudad, no vale la improvisación cuando hablamos de desarrollo económico o empresarial. Luego, las trabas pueden ser las mismas o más, pues en el pueblo los centros de decisión importantes están más lejos.
Contactar con el Grupo de Desarrollo Rural es fundamental, pues aquí se ofrece asesoramiento, información de posibles ayudas y se intenta dar una visión realista de la comarca. Además, estaremos encantados de acoger nuevas ideas emprendedoras. Como se afirma en el artículo es importante contar con la administración local como aliada. Es cierto. Los alcaldes de las poblaciones más pequeñas o más envejecidas, sobre todo, están encantados de contar con nuevos pobladores. Todo ello hace que, siempre dentro de la legalidad y la viabilidad del proyecto, se apoyen todo tipo de gestiones que en las ciudades suelen ser más complicadas. Eso sí, existe una opinión instaurada acerca de que por aquello de venir de fuera y querer hacer un desarrollo empresarial en un pueblo se dan cosas gratis, bien en especie, bien en servicios. No es así.
El resto, creación de tienda online, formación, proyección de futuro o autonomía, es cierto, pero siempre habrás de tener en cuenta que, como suele ocurrir en la vida, llegar a un pueblo supone ganar en muchas cosas pero también implica renuncias. Es necesario tenerlo en cuenta porque los desengaños suelen ser frecuentes.